Avenged Sevenfold - Nightmare

sábado, 28 de agosto de 2010



Una visita a la vieja mansion:

Yo y unos amigos
Habíamos quedado aquella tarde
y teníamos previsto,
Inspeccionar la vieja mansión abandonada
Que se encontraba a las afueras del pueblo.
Pero al llegar allí, se echaron todos atrás,
Estaban asustados, ninguno quería entrar,
Estaban realmente aterrorizados,
Y yo, sorprendido de ello.
Por mi parte seguía teniendo la curiosidad,
De ver como era esa casa por dentro,
Tenia bastante que recorrer… ¡Era enorme!
Así que decidí entrar aunque fuese solo.
Mientras ellos me decían,
Que preferían esperar fuera.
Al fin entre, y era mejor de lo que me esperaba,
Empezaba a subir escaleras y abajar sin parar,
Me movía de izquierda a derecha,
Sin que pareciese que la casa tuviese fin,
¿El numero de habitaciones?
Ya había perdido la cuenta,
Las ventanas destrozadas,
El polvo inundaba la casa,
El crujir de la delicada madera del suelo,
Las paredes algunas con boquetes,
Otras quemadas, algunas escritas, manchadas de sangre,
Y muy pocas se conservaban a la perfección.
Parecían que era una manada de bestias salvajes,
Las que habían vivido en esa casa con anterioridad.
Y había un detalle más.
Del que no me había percatado,
Hasta un buen rato después.
Y es que había caído la noche,
Y la luz de la luna llena entraba,
Por la ventana rota de la habitación,
En la que me encontraba en aquel instante.
Pensé que ya era hora de volver,
Así que caminaba de regreso para salir,
Pero de camino,
Me encontré con una inocente chica,
Que también curioseaba la casa.
Nos saludamos, nos presentamos,
y decidimos salir juntos de aquella vieja casa,
A esas horas y en una casa con un suelo tan poco firme,
Era realmente peligroso.
Ya estábamos llegando a la salida cuando escuchamos algo,
Un fuerte estruendo como el de una tormenta,
Pero en el interior de la casa.
Comenzamos a correr olvidándonos de tener cuidado con el suelo,
Corríamos desesperadamente,
Pero era extraño, me sentía emocionado,
Me encontraba en un subidón de adreladina
Me agarro de la mano, cuando paramos un momento.
Aun estábamos dentro de la casa,
Pero nos aproximábamos a la salida,
Nos quedamos mirándonos a los ojos,
Durante un instante en medio de la oscuridad,
Donde nuestros ojos resaltaban con la luz de la luna,
Golpeándonos en nuestros respectivos rostros,
Otro estruendo nos despertó, y seguimos corriendo.
Cogidos de la mano, asegurándonos de no separarnos,
Por fin llegamos al vestíbulo de la casa,
Y veíamos la puerta principal,
Solo tendríamos que atravesarla para estar fuera.
Echamos un último vistazo al interior de la casa,
Quietos, en medio del vestíbulo.
Sin poder evitar sonreír tremendamente
Inundados por la emoción.
Tuve la iniciativa de moverme primero
Hacia la puerta, y estaba tirando de ella,
Pero note que no ponía de su parte y que seguía inmóvil.
Me gire hacia ella extrañado y note una puñalada.
Me quede sorprendido mientras la miraba,
Ella tenia una sonrisa picara en la cara,
Mientras yo sangraba por el costado,
Y veía su mano sujetando aquella daga,
Que seguía estando incrustada en mi cuerpo.
No mostré cara de dolor en ningún momento,
Aunque me dolía horrores,
Pero no podría evitar tener esa cara de sorpresa aun.
Agarre su mano que sujetaba la daga,
Y sin sacarla de mi interior,
Me aproxime a ella y la abrace con fuerza.
Mientras que era yo el que sonreía ahora,
Y ella la que no podía evitar tener un rostro,
En el que reflejara su sorpresa.
Seguía sangrando, dolía,
Pero estaba… ¿Contento?
Me aleje lentamente y sujetando su mano,
Hice sacar la daga de mi interior,
“Realmente me alegro de haber venido,
No me arrepiento, a sido… divertido”
Dije eso ultimo, mientras me desplomaba en el suelo,
En medio del vestíbulo,
Yo aun sonriendo y ella aun sorprendida,
Mientras la sangre mojaba sus desnudos pies.

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